La cigala es un crustáceo decapado marino, que presenta el caparazón liso y de color rosáceo o anaranjado, más o menos intenso. Su rostro es alargado y tienen grandes ojos negros.
El cuerpo o cola es más largo que el cefalotórax, y está algo comprimido en su región dorsal. Normalmente, la longitud de la cigala no suele ser mayor de 15 cm, aunque algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 25 cm. El primer par de patas está convertido en dos largas y estrechas pinzas, cubiertas por espinas y quillas. Aunque el segundo y tercer par de patas también terminan en pinzas, éstas son de pequeño tamaño.
Habita generalmente en los fondos blandos y lodosos, carentes de algas.
Es un crustáceo nocturno, que durante el día permanece escondido entre las rocas o en agujeros, y por la noche sale a buscar sus presas. Su alimentación consiste en pequeños peces, crustáceos, moluscos, poliquetos, y a veces también algas.
Se considera que las cigalas de carne más fina y sabrosa son las que proceden de aguas más frías.
Características:
Cigala (Nephrops norvegius) |
Energía (Kcal) |
66.30 |
Proteínas (g)) |
15 |
Lípidos (g) |
0.70 |
Grasa saturada (g) |
0.11 |
Grasa monoinsaturada (g) |
0.15 |
Grasa poliinsaturada (g) |
0.22 |
Colesterol (mg) |
150.00 |
Hidratos de carbono (g) trazas |
0.00 |
(por 100 gr. de porción comestible) |